El alcalde, Juan Pagán, acompañado por los concejales de Urbanismo y Obras e Infraestructuras, Patricia Corbalán y Antonio Martínez, han visitado junto con técnicos municipales y Policía Local las calles Pilar y Don José María con el fin de conocer de primera mano el estado en que se encuentran los edificios que han obligado a cerrar el tráfico y el paso de peatones por riesgo de desprendimientos.
Los responsables municipales han visto la situación de las calles que no se abrirán al tráfico en al menos una semana, toda vez finalicen el acondicionamiento inicial de la fachada del edificio de la calle Pilar que arrancó hace unos días y el derribo de las dos viviendas ruinosas de la calle Don José María, que empiezan mañana.
Además, en el primer caso también afecta al edificio posterior de la calle Vidal Abarca, que se encuentra en mejor estado pero cuya fachada también debe ser tratada.
Las dos calles permanecerán cerradas al tránsito de vehículos y el paso de peatones hasta que no se garantice la seguridad de conductores y viandantes, por lo que se pueden prolongar probablemente hasta finales de la semana próxima.